domingo, 21 de junio de 2015

La fiesta mágica del día de San Juan (I)

por Carlos García 





Tras la finalización de las fiestas de mayo y entrada ya la plena estación veraniega, aparece en el calendario la festividad de San Juan Bautista, que tiene como principal característica la costumbre de encender hogueras. Se trata, sin duda, de una fiesta con ceremonia muy antigua de ritos de fecundidad y vegetación dotada de elementos cristianizados. Estas celebraciones ya se realizaban durante el solsticio de verano en los países musulmanes y están vinculadas al culto solar, siendo anteriores al advenimiento del cristianismo, quién, posteriormente la instaura con el fin de hacer desaparecer su conformación pagana. Es éste día cuando el sol se aparta mas en el signo de Cáncer, y éstos condicionantes son los que hacen también que se le conozca como Fiesta del Sol.
Su especial característica, la del culto al fuego mediante las hogueras, es también costumbre muy antigua, en la que, para la celebración de festejos, se realizaban grandes hogueras como en el caso de las fiestas romanas o griegas.

Y en cuanto a la tradición específica que nos ocupa, y que está perpetuada en la noche de San Juan, nos relata Pérez Vidal que Seignobos en su “Historia Universal” afirma: “A veces los druidas sacrificaban hombres en la fiesta del solsticio de verano en honor del Dios Solar, encerrándolos en jaulas de mimbre y prendiéndoles fuego...” 

Iglesia de San Juan en La Laguna (Tenerife)
Son éstas hogueras muy antiguas en Canarias y  se utilizan no solo en la festividad de San Juan sino en la de San Antonio y San Pedro. Por información de Jiménez Sánchez conocemos que,  en una cita existente en el archivo de la iglesia parroquial de San Juan Bautista de la ciudad de Telde, se lee:”...en 1544 la cofradía de la Hermandad de San Juan, acordaron pagar a los esclavos negros para llevar leña para las fogaleras de la noche de San Juan...” La Fiesta de San Juan es también celebrada en otros lugares, debiendo el auge experimentado  desde la Edad Media, a que la devoción proviene tanto del cristianismo como del mundo musulmán, por creer éstos que el santo había sido moro:

El día de San Juan

es día de alegría
hacen fiesta los cristianos
y los moros de morería.

Diversas son las leyendas y los romances que, llegados de tierras peninsulares, sitúan en el día de San Juan la fecha de su relato:

La mañana de San Juan   

a punto que alboreaba
grande fiesta hacen los moros
en la Vega de Granada...

También el romancero canario recoge la festividad de San Juan, como la escena recogida por Agustín Espinosa en “Los cautivos Melchor y Laurencia” o también en “El Conde Niño”:

Mañanita de San Juan

como costumbre que fuera
las damas y los galanes
bañarse a las Arenas...                                  

Mañanita, mañanita

mañanita de San Juan
fue a dar agua a su caballo
a la orilla de la mar....

El fuego de las hogueras.- El fuego siempre ha sido considerado como un elemento mágico, uno de los mas importantes para dominar “los poderes maléficos”, habiéndose usado, como dice Frazer en La Rama Dorada, contra la magia negra y las brujerías, así como contra las enfermedades o desgracias.
Fueron prohibidas las hogueras por el culto cristiano desde el Concilio de Constantinopla en el año 680, aunque tal prohibición no resultó efectiva pues la tradición se mantuvo hasta nuestros días.
Es elemento imprescindible para festejar la noche de San Juan el realizar hogueras en honor del santo, aunque el ritual va dirigido a preservar la armonía de los hogares, calles, barrios y ciudades, purificando lo contaminado, destruyendo lo viejo, a decir de Galván Tudela.
Estas hogueras se realizan por la población infantil rivalizando en tamaño con la de los barrios vecinos  y sobre las llamas de las mismas se realizan saltos y cabriolas que sirven como remedio de diferentes males o para presagiar una próxima boda...

Salten niñas casaderas
fuego del señor San Juan
la que no se salte el fuego
soltera se quedará                                                                                                                                   (La flor de la marañuela. Juan del Río Ayala).

Se acostumbre también la quema de cohetes acompañado de gritos y el sonar de los bucios y caracolas, pensando algunos que esta costumbre deriva de que San Juan fue también pastor y solía tocarlas. Y se cree pecado el escupir o insultar en la hoguera, y allí se reza un Padre Nuestro y un Ave María “a nuestro padre San Juan Bendito”. Se tiene por juego el saltar el fuego diciendo:

Salto por San Juan

salto por San Pedro
para que me abran
las puertas del cielo.

En ésta noche se suele coger una escoba a la que atan una cuerda del puño y, después de encenderla, la hacen girar describiendo un círculo luminoso en la oscuridad de la noche.

La bruja por esta noche 

no tendrá en que cabalgar 
que le quemaron la escoba
 que barría en el pajar.
(La flor de la marañuela)   
            
Hachitos de Las Canales (Icod)
No hay que olvidar que existen también en Canarias otras manifestaciones con el fuego como protagonista. Es éste el caso de los “Hachitos de San Juan” que se celebran en Icod de los Vinos, en donde con antorchas o hachos, hoy de petróleo y antes de tea, iluminan bajando las lomas desde la Vega hasta el Amparo, y en el que se baila, a ritmo de tajaraste, mezclas de la danza y el baile corrido. También en Garachico se celebra la noche con carozos encendidos que alumbran toda la montaña, o se tiran los “Fuegos del Risco” desde el Mazapé, en San Juan de la Rambla, haciendo rodar bolas de fuego montaña abajo.

Tiene San Juan un arraigo especial en el pueblo canario, tanto en su aspecto religioso como popular, viniendo expresado éste sentimiento por distintas manifestaciones que lo demuestran:

Viene mayo con sus flores

San Juan con sus clavellinas
Santiago con sus duraznos
Y  agosto con sus vendimias                 
Todos los Santos son buenos
y San Juan es el mejor
porque éste tuvo la dicha
de bautizar al Señor

Sirve la fecha para la diferenciación o el señalamiento de un tiempo específico. Así por ejemplo, sirve para dar comienzo a las temporadas de los baños de mar:

Hasta San Juan no te bañes

que te hace daño el agua.

Día de San Juan al mar
día de San Pedro al Monte
día de San Nicolás
por coles a Tacoronte.

Es costumbre, desde muy antiguo, que la gente iba al mar a darse un baño con el fin de poder llegar vivos hasta el año siguiente o para preservarse de enfermedades. Es difícil conocer de donde deriva originalmente ésta práctica, pero es de suponer que está ligada íntimamente con la superstición de la purificación de los baños rituales en diversas ceremonias y evidentemente interrelacionadas con la salud. El agua siempre es símbolo purificador y de vida. Y no solo era preceptivo de las personas sino también extensivo a los animales, costumbre por otra parte difundida a otros lugares geográficos de nuestro Estado, remontándose en nuestro entorno a la época aborigen guanche en que se acudía con los rebaños a la orilla del mar. Años atrás se realizaban auténticas romerías con instrumentos y parrandas a la orilla del mar en la madrugada de San Juan:

En la mañana de San Juan 

cuando la gente madruga
el que con vino se acuesta
con agua se desayuna
                       
Es también la fecha que señala el comienzo de algunas actividades agrícolas como se indica en las máximas: “Por San Juan tiene lugar las primeras descamisadas canarias” o “Por San Juan comienzan los asaderos de piñas”.
También la isla mágica de San Borondón está ligada a la fecha en cuestión. Es por San Juan cuando la fantasmal isla aparece como por encanto en el horizonte durante la alborada de la mañana de San Juan, mañana radiante en que al naciente del sol aparece la isla de San Borondón, bello y majestuoso fenómeno meteorológico que algunos han tenido la fortuna de contemplar e incluso fotografiar.                                
El baile del sol.- Es corriente la leyenda de que el sol en el día de San Juan baile en el horizonte a la hora de su salida;  es creencia generalizada entre los campesinos canarios y también extendida en otros lugares de la Península y Portugal. Es  la significación del culto a la fiesta solar en que la gente sube a los montes para ver amanecer y como baila el sol.

Yo vide bailar el sol
la mañana de San Juan
a ahora veo en el terrero
a dos hermanos bailar

Históricamente parece ser también creencia derivada de la época prehispánica, ya que en Corrían podemos leer que “éstos bárbaros creían que también bailaba su Dios...”.

NOTA: La fotografía de los Hachitos de Las Canales es de 
Francisco Javier Toledo Ravelo (Licencia Creative Commons)

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