lunes, 15 de octubre de 2012

¿Qué hacemos con la Mesa Mota?

En marzo de 2009, escribí un artículo en loquepasaentenerife.com en el que trataba del por entonces aún pendiente tema de qué hacer con el recién restaurado edificio de la Mesa Mota. Hoy han pasado más de tres años y el asunto sigue sin solución. Trascribo el texto tal como lo redacté entonces y al final pongo una actualización.


Este digital se hizo eco a comienzos del pasado verano del cierre por obras del acceso a las instalaciones de ocio de la Mesa Mota, una montaña ubicada en el municipio tinerfeño de La Laguna. Desde entonces, una valla impide el acceso tanto al parque recreativo como al edificio y a la explanada del monumento conmemorativo del accidente de Los Rodeos, desde donde se puede apreciar una de las mejores vistas de nuestra isla. Las perspectivas de que podamos disfrutar de todas estas instalaciones son lejanas: la terminación de los trabajos de limpieza del bosque que rodea la zona está prevista para finales de 2009. 

La Mesa Mota es uno de los referentes paisajísticos más importantes de La Laguna. Se trata de una superficie plana elevada sobre la Vega lagunera con una altura sobre el nivel del mar de 734 metros. Cubierta de vegetación, ha sido visitada desde hace siglos. Ya el naturalista francés André-Pierre Ledrú, en el viaje que realizó a la isla a principios del siglo XIX, la consideró su lugar preferido para recoger plantas destinadas a su colección botánica. Desde allí, decía, se puede divisar los campos de Tacoronte y el pico Teide "elevando su cabeza hasta las nubes". Una antigua fotografía de la montaña en 1916 nos da una idea del paisaje transitado por el estudioso francés. 

En los años cincuenta del pasado siglo, la Sociedad de Tiro de Pichón de Tenerife encargó al arquitecto grancanario Miguel Martín-Fernández de La Torre el proyecto y construcción de un edificio social y campo de tiro, así como un Hostal Residencia en la planicie superior de la Mesa Mota. Las obras se llevaron a cabo hasta 1964, año en el que se paralizaron, quedando durante muchos años sin terminar. Esta construcción es la que, con modificaciones, podemos contemplar ahora.


Abandonado a su suerte languideció, hasta que en 2001 el Ayuntamiento de La Laguna inició las obras de restauración del edificio. Según informó la prensa de aquellos días, se trataba de rehabilitarlo para convertirlo en un complejo formativo y residencial que contaría con grandes zonas, como el parque recreativo, el aparcamiento principal con 130 plazas, el recinto polideportivo, jardín exterior, piscina, aulas, restaurante, planta residencial con 19 habitaciones y sala multiusos.
Se destinaron casi 3 millones de euros al proyecto. No obstante, llama la atención que se dijera en aquel momento que se ejecutaría "independientemente del tipo de institución que acoja", como si ya desde entonces no se tuviera claro a qué funciones iba a ser destinado el complejo. Al mismo tiempo se establece la creación de un parque periurbano con varios espacios con fogones y zonas de juego. Y aquí la Mesa Mota emprendió su camino hacia, hasta el momento, ninguna parte:


  • Las obras se adjudicaron en el año 2002 a la empresa FCC, pero a finales del mismo año esta entidad solicitó un replanteo de la obra debido a la aparición de varios imprevistos en la resistencia del terreno, así como en el estado de la estructura del edificio, por lo que se tuvo que realizar un primer modificado que supuso un incremento económico del 19,8% sobre el presupuesto inicial. Este modificado se aprobó en julio de 2004 y un mes después el ayuntamiento paralizó diferentes zonas del edificio y de la urbanización en espera de la elaboración de un segundo modificado del proyecto. Pero la obra no se volvió a reanudar, lo que llevó a FCC a reclamar al Ayuntamiento la rescisión de dicho contrato y que se procediera a la liquidación de las obras realizadas hasta el momento así como a la devolución de las garantías prestadas y al pago de una indemnización que podría llegar a 839.097 euros.
  • Con todo esto, seguían existiendo dudas acerca del destino final que tendría el edificio, pues en 2003 algunos miembros del grupo de gobierno municipal anunciaron que el edificio de Mesa Mota podría destinarse a albergar una institución oficial financiada con fondos europeos, con la posibilidad de convertirse en un centro para la biodiversidad en la zona macaronésica. No obstante, el responsable de Obras, Manuel Caballero, insistió en la conveniencia de que se convirtiera en una residencia para deportistas y en un centro de rehabilitación, completándose con un restaurante "a cargo de una empresa privada para evitar más gastos al Ayuntamiento". Es decir se había invertido un dineral sin saber exactamente para qué.
  • A punto de terminar la rehabilitación, en 2006, la alcaldesa Ana Oramas explicó a los medios de comunicación que el complejo de la Mesa Mota se destinaría a centro de congresos para que la Universidad celebrara allí sus convenciones. Seguíamos pues sin una idea clara de qué hacer con la Mesa Mota.
  • El 27 de marzo de 2007, con motivo del 30 aniversario del terrible accidente de Los Rodeos, la Fundación de familiares de las víctimas de la catástrofe aérea inauguró, contando con la presencia de las autoridades insulares, regionales y municipales, un monumento conmemorativo. Se trata de una estructura de 18 metros de altura, en forma de escalera de caracol, que fue diseñado por el artista holandés Rudi van de Wint. El monumento tiene 18 metros de alto y 12 toneladas de peso.
  • En abril de 2008 la oposición socialista plantea la posibilidad de que el complejo albergue un centro dedicado a la biodiversidad, para lo que el diputado José Segura llevó a cabo gestiones en Madrid. Interpelada la alcaldesa en un pleno municipal sobre este asunto, contestó que en un breve espacio de tiempo daría a conocer cuál sería su finalidad. Hasta el momento no se ha dicho nada.
¿Qué ha sido mientras tanto de las instalaciones? Antes de su cierre se han llevado a cabo algunas actividades congresuales a lo largo de 2008, como las I Jornadas Interinsulares de Educación Ambiental organizadas por la Unidad de Educación Ambiental, Área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife y el Quinto Meeting YCIC, institución canaria de jóvenes investigadores sobre el cáncer. Curiosamente, en su página web se felicitan por el éxito de la organización pese a que "el edificio no está en uso para esta actividad (ni para ninguna otra)". Siguen pasando los meses y, al parecer, no se encuentra un destino para la Mesa Mota. Da la impresión de que el problema estriba en que las actividades que se plantean para la zona son de alguna forma incompatibles: un centro de congresos al lado de un mirador con monumento conmemorativo y un parque con asaderos públicos no parecen en principio congruentes. Por lo menos, tenemos hasta finales de 2009 para elucubrar en qué va a acabar todo este asunto.

ACTUALIZACIÓN

Hoy, 15 de octubre de 2012, he vuelto a subir a la Mesa Mota para comprobar en qué estado se encuentran las instalaciones. Había leído una crónica en la prensa acerca de los destrozos causados en el edificio por nuestros vándalos descerebrados de costumbre y la crítica del concejal de la oposición de Sí se puede sobre la utilización de este espacio.

La experiencia no ha podido ser más desalentadora. Un edificio nuevo que presenta, tras sólo cinco años de su inauguración, señales inequívocas de abandono. Pero lo peor no es esto pues, pese a las repetidas denuncias de los actos vandálicos que en él se suceden, no hay ninguna medida de seguridad. Prueba de ello es que hemos podido penetrar en la casa, que se encontraba abierta, y deambular por sus pasillos sin encontrar ningún tipo de vigilancia. Allí costosos equipos eléctricos e hidráulicos están a merced de quien quiera entrar.


En los años que han trascurrido desde que escribí este artículo lo único que ha cambiado para mejor es que se abrió el parque recreativo para disfrute de la gente que sube, los fines de semana sobre todo, a hacer sus asaderos, pero seguimos con la indefinición por parte de las autoridades acerca de qué uso dar a las instalaciones -ahora se habla de una residencia de ancianos- y sigue utilizándose de forma esporádica para algunas otras actividades.

Otro ejemplo más, entre muchos, de la alegría con que se tira el dinero de los ciudadanos por parte de nuestras autoridades y de la desidia con la que se cuida el patrimonio de la ciudadanía.. Las fotografías que pongo a continuación dan fe de lo que digo.

Juzguen ustedes mismos.

Luminarias arrancadas

Cornisa metálica oxidada y ventanas abiertas.

Cajas de registro eléctricas abiertas
Otra caja de registro reventada.

Mangueras contraincendios abiertas y tiradas por el suelo.

Cristales rotos.

En la puerta trasera, una cinta azul de la Policía Local quiere cerrar el paso.

Destrozos causados por los vándalos.
Vista del interior.



7 comentarios:

  1. En estas maravillosas Islas lo que importa es construir pirámides aunque luego no se usen. En un mundo ideal nada más terminar las obras se destruirían de inmediato para volver a hacerlas.

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    1. Fíjese, apreciado amigo, que la idea de restaurar el edificio es buena. Está situado en un lugar envidiable para actividades que impliquen cierto recogimiento como el estudio o las reuniones de trabajo. Lo que es inasumible es que se restaure un edificio y después ya veremos lo que hacemos con él. Luego aparece la crisis y ya no hay dinero ni para seguridad.
      Se deja deteriorar y dentro de unos meses se destinará más dinero a su reparación. Y lo que usted dice: a empezar de nuevo la pirámide.
      Es una verguenza que toleremos estas cosas.
      Cordiales saludos.

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  2. Pero, ¿cómo es posible esto, Melchor?. Porque tú lo cuentas, porque lo confirman las fotos y porque, tristemente, podría ir a ver lo mismo que aquí nos detallas, no me queda más remedio que creerlo.
    ¿Sabes tú si en otros países se ven desmanes como estos y no hay nadie que intervenga para poner remedio inmediato a tanto disparate?¿O es que, de verdad, somos tan diferentes que llegamos a serlo hasta en esto de los destrozos, el abandono, la desidia, el despilfarro del erario, la poca vergüenza, el pasotismo, el incivismo...?.

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    1. Amiga Charo; lo que hay es lo que hay y con estos bueyes tenemos que arar. La sorpresa mayúscula fue mía porque creía que, tras las denuncias en la prensa de actos vandálicos, la gran casa estaría cerrada. Pues yo pude penetrar en su interior lo que me apeteció y allí no había nadie que vigilara esas costosísimas instalaciones.
      Lo terrible es que los que estaban en la oposición cuando escribí el artículo y protestaban continuamente por el estado de la Mesa Mota, ahora comparten gobierno y están callados como tumbas.
      Seguiremos batallando.
      Un abrazo.

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  3. Hola:

    He subido a Mesa Mota hace semanas y están arreglando el fogón y las mesas. En cuando al edificio , cada vez lo veo de mal en peor.

    He visto gente joven en el techo y un guardabosque delante de nuestra cara los hechó. Jajaajaja.

    Llevas desde el 2.012 sin decir nada.

    ¿Alguien sabe qué pasará en Mesa Mota al final?

    Lo de habilitar el área recreativa lo tengo claro, y el edificio ese ahí hecho polvo que da hasta pena. ¿Qué harán al final con él? ¿Demolerlo, restaurarlo o dejarlo como está?

    Hace semanas vi mucho niñatos en coches en le vaya haciendo botellón, tendrán más de 18 años por las pintas.

    Normalmente se ve gente corriendo arriba, sacando fotos a las vistas.

    Saludos.

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  4. Fui hoy y casi lloro... Han tapiado el edificio y vamos... Una basura de vergüenza

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  5. Lleva tapiado desde el 2016, aún así entran gente por arriba. Es más, se ven cada vez má pintadas por todas partes.

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