Algunos se deben haber preguntado a qué almendro se refiere la letra de nuestro
himno oficial y si se trata de un árbol real. Pues sí, existe o más bien habría que decir existió, pues hoy en día sólo
queda de él su tronco seco y solitario.
Se encuentra en
la zona lagunera de Gracia, en la antigua casa canaria del siglo XVIII, hoy en
estado ruinoso, que perteneció a la familia irlandesa de los Murphy,
cuyos últimos representantes más conocidos fueron los hermanos Patricio y
Nicolás Estévanez Murphy. El primero fue un reputado periodista local y el
segundo militar de prestigio -le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando
por su intervención en las guerras coloniales africanas-, aventurero y poeta.
Ambos fueron de ideología republicana y federal y Nicolás Estévanez llegó a ser
ministro de la Guerra durante la I República española.
Suyos son los versos en los que canta al almendro de
Gracia, el árbol de su infancia:
"Mi patria no es el mundo;
mi patria es de un
almendro,
la dulce, fresca, inolvidable sombra".
Bajo este árbol tenían lugar animadas tertulias en las
que participaron hombres tan destacados de la intelectualidad insular novocentista
como Teobaldo Power, Valentín Sanz, Almeda, Alfonso Dugour,
Elías y Antonio Zerolo, Francisco
María Pinto, Moure y Tabares, entre otros. También Borges
Salas esculpió en esa casa la figura de
la Fecundidad que preside la fuente principal del parque García Sanabria.
Con el paso de los años, el arbol se fue secando. El periodista Leoncio Rodríguez se refería a él
en 1946: "Con su tronco ya casi carcomido, sus brazos escuálidos y
sus hojas macilentas, todavía se yergue en el jardín de la antigua casa de los
Estévanez, como un valetudinario que añora tristemente su lozanía perdida. Hoy,
falto de savia y de vigor, apenas sí logra disimular sus achaques con algún
brote florido al llegar los días primaverales".
Aunque al parecer el Cabildo Insular de Tenerife ha adquirido en fechas recientes la casa
con el fin de restaurarla y convertirla en museo, la imagen descarnada
de nuestro almendro se convierte en un monumento a la desidia con la que tratamos los canarios a nuestro pasado.
Publicado en loquepasaentenerife.com el 24/03/2008
ACTUALIZACIÓN
A partir de 2010, las cosas comenzaron a cambiar para la casa de los Estévanez. En ese año se incoó el expediente para la declaración del edificio como Bien de Interés Cultural y el año siguiente el Cabildo de Tenerife puso en marcha el procedimiento para la rehabilitación de la casa con un presupuesto de 750 mil euros de los que el
Ministerio de Fomento se hizo cargo de un 75%. Las obras se adjudicaron a la
empresa Construcciones Felipe Méndez, S.L. En la actualidad la casa se encuentra en fase avanzada de restauración.
Que siembren un almendro,el verso Mi patria no es el mundo......... me parece fantastico!!!!
ResponderEliminarLa verdad, Pedro, es que es un hermoso poema. En cuanto a la siembra de almendros, los alumnos del IES Pérez Minik, que está justo al lado de la casa de los Estévanez Murphy, ya han comenzado a plantar almendros en su centro. Alguno podría sustituir al reseco tronco que hay ahora y a ese tronco yo lo colocaría en algún lugar digno y explicaría a la ciudadanía el significado que tiene.
EliminarGracias por el comentario y por seguir mi blog.