por Melchor Padilla
“Lo que Delgado hizo,
por entero
no puede recitar la pluma mía,
pues cierto me parece que no
miento
si digo que haría más que ciento.”
Juan de Castellanos
En el
descubrimiento y posterior colonización de América, las Islas Canarias tuvieron
un papel fundamental. Su situación geográfica las convirtió desde el principio
en escala obligada para las distintas expediciones que cruzaron el Atlántico a
partir de finales del siglo XV. Aquí podían proveerse no solo de agua y
suministros sino también de tripulantes para las naves y gente de armas para la
conquista. Sirva como ejemplo la expedición de Magallanes de la
que celebramos este año el quinto centenario y su recalada en Tenerife,
donde se proveyó de bastimentos, brea y también embarcó a algunos miembros para
la tripulación de las distintas naos. Como afirma Pérez Vidal “La mayor parte de (…) canarios que en la primera mitad del siglo XVI pasó al Nuevo Mundo debió
de estar integrada por marineros y soldados, gente esforzada de lucha y
conquista.”Uno de estos esforzados
soldados fue, sin duda, Agustín Delgado del que Cioranescu nos dice que“es uno
de los pocos conquistadores que han merecido solo elogios e inspirado respeto,
dejando tras de sí, en la tradición histórica, una imagen decididamente
positiva”
Los autores no se ponen de acuerdo acerca de sus orígenes.
Analola Borges afirma que “de su vida en el archipiélago no tenemos
noticias” pero cita a Millares Torres para afirmar que sería
hijo de Inés González y, por lo tanto, nieto de Pedro Maninidra, uno de
los guayres o capitanes de Telde y hermano del guanarteme de Gáldar Tenesor
Semidán.
Nacido en Tenerife era, pues, descendiente de lo que
podemos considerar la nobleza indígena grancanaria que, tras la conquista de la
isla por los castellanos, intervino de forma decisiva en las conquistas de La
Palma y Tenerife formando parte de las tropas del Adelantado Alonso Fernández
de Lugo.
Hay evidencias de que Delgado participó en una expedición a la costa de África en 1527 en busca de esclavos y botín, capitaneada por el segundo adelantado Pedro Fernández de Lugo. Antes de partir hizo testamento a favor de su hijo Juan y de otro por nacer que recibiría el nombre de Miguel. En 1531, y al parecer como parte de los preparativos para su viaje a América, vendió algunas tierras en La Matanza de Acentejo.
Hay evidencias de que Delgado participó en una expedición a la costa de África en 1527 en busca de esclavos y botín, capitaneada por el segundo adelantado Pedro Fernández de Lugo. Antes de partir hizo testamento a favor de su hijo Juan y de otro por nacer que recibiría el nombre de Miguel. En 1531, y al parecer como parte de los preparativos para su viaje a América, vendió algunas tierras en La Matanza de Acentejo.
Tenemos noticias de su papel en la conquista de lo que hoy es el
oriente venezolano gracias a la obra Elegía
de Varones Ilustres de Indias escrita por el explorador, militar, cronista
y sacerdote español Juan de Castellanos y publicada en 1589. Esta extensa
composición poética relata con minuciosidad la colonización del Caribe y los
territorios que actualmente forman las repúblicas de Colombia y Venezuela. En
ella glosa las figuras de algunos de los conquistadores que participaron en la
conquista y entre ellos destaca la figura de Agustín Delgado, cuyas acciones
son objeto de alabanza. La profesora Analola Borges publicó, con motivo del
homenaje rendido a don Elías Serra por la Universidad de La Laguna en 1970, un
estudio pormenorizado de las citas referidas a Delgado en la obra de
Castellanos.
Según Cioranescu, y en contra de lo que se pensaba, no debió de embarcar
con la flota de Ordaz al paso de esta por Tenerife sino que lo hizo con la de
Diego de Silva y los cien hombres reclutados en las islas por Alonso de Herrera.
En América participó en la exploración del Orinoco junto a Ordaz que lo
nombró capitán de Paria. Junto con Sedeño pasó a la conquista de la isla de
Trinidad.
Vista parcial de El Morro de Lechería. |
Aliado con uno de los caciques de la zona le ayudó a vencer a sus enemigos pero cuando regresaba al campamento de Ortal para preparar una expedición en busca de las riquezas del río Meta, fue retado por un indio que le lanzó una flecha emponzoñada de cuya herida falleció a las pocas horas en el año 1536. Este descendiente de aborígenes canarios no mereció más que elogios del poeta Castellanos quien refiriéndose a Delgado no duda en afirmar “en quien podré deziros que cabía / urbanidad, valor y valentía.”
BIBLIOGRAFÍA
BORGES, Analola. Semblanza del general Agustín
Delgado, héroe de la conquista indiana. En Homenaje a Elías Serra
Rafols. ULL. 1970.
CASTELLANOS, Juan de. Elegía de Varones
Ilustres de Indias. Madrid. 1589.
CIORANESCU, Alejandro. Diccionario Biográfico
de Canarios Americanos. Santa Cruz de Tenerife. 1992.
MILLARES TORRES, Agustín. Historia General de
las Islas Canarias. Las Palmas de Gran Canaria, 1893.
PÉREZ VIDAL, José. Aportación
de Canarias a la población de América. Su influencia en la lengua y en la
poesía tradicional. Anuario de Estudios Atlánticos, nº 1. 1955.