por Melchor Padilla
En una antigua imagen coloreada de Santa Cruz que tomó el fotógrafo noruego Carl Norman en 1893 podemos apreciar una vista de la bahía de la ciudad en la que se observan en primer plano unos extraños edificios cónicos que estaban situados en la margen izquierda del barranco de La Alegría. Se trata de uno de los exponentes de una de las actividades industriales de más arraigo en las islas: las caleras u hornos de cal.
Esta industria se
inició en la etapa de colonización de
las Islas y se mantuvo en constante crecimiento hasta fechas
relativamente recientes, en que dejaron de funcionar por la aparición de la
industria cementera. Los hornos, que se
distribuían por toda la geografía regional, elaboraban cal y yeso, tan
importantes para el transcurrir diario del archipiélago. En la construcción, la cal se mezclaba con
arena y agua para hacer el mortero y también, disuelta en agua como lechada de
cal, se usaba para enjalbegar los muros. Asimismo era fundamental para
impermeabilizar charcas y aljibes. En la higiene y la medicina servía como desinfectante en enfermedades
contagiosas, para prevenir la putrefacción de aguas estancadas e, incluso, para la prevención de infecciones en los
enterramientos.
La cal se obtenía
mediante un proceso de calcinación de piedras de carbonato cálcico, denominadas
caliche, que se importaban de
las islas en las que más abunda este material: Gran Canaria y Fuerteventura.
Desde allí era transportada por vía
marítima a las restantes del archipiélago, lo que explica que la mayor parte de
los hornos se encuentren cerca de la costa; además, debido al peligro
inherente al manejo de cal viva, se
prefería exportar la materia prima.
Eran construcciones muy sencillas. Exteriormente
tenían una forma troncocónica y su interior se componía de dos partes
diferenciadas: la superior, que era la cuba de carga donde se colocaban las
piedras que debían quemarse, y la inferior u hornilla, separadas por unas
parrillas que descansaban en un puente de hierro por su parte delantera y
quedaban empotradas en la parte trasera de la obra o bien sobre resaltes de la
misma. Una puerta de acceso situada en
la parte inferior del horno servía para prender fuego al hogar y extraer el
producto una vez calcinado.
El proceso era
como sigue: la cuba se cargaba de capas alternadas de caliche y carbón. Se prendía fuego por la puerta inferior y el
calor -más de 900 grados- tardaba en llegar a la parte superior del horno cinco
o seis días, momento en que la cal bajaba a través de las parrillas
móviles hasta la hornilla por la acción manual.
En la actualidad quedan en nuestra isla algunos bellos
exponentes de esta actividad industrial, pues en los últimos años se ha
producido un proceso de restauración de hornos existentes en algunas zonas de
la isla de Tenerife. El mayor de todos ellos (en la imagen de la derecha) se encuentra en el suroeste de la isla, en Playa de San Juan, en Guía de Isora, al
final del paseo que bordea la playa. Se trata de una estructura
fabricada en piedra tosca, de una altura considerable, lo que permitía una gran
producción de cal. Cerca de allí y sin
restaurar se encuentra el horno de El Varadero, por Playa de Alcalá. En
el mismo sur existen las ruinas de otro molino en Montaña Bocinegro, cerca de El Médano y otro ha sido incluido en
la declaración como Bien de Interés
Cultural de la Zona Paleontológica de Punta Negra, situada cerca de Las Galletas, en el término municipal
de Arona.
En el norte de la
isla encontramos dos lugares en los
que, gracias a la restauración mencionada, se han conservado interesantes
ejemplares de hornos de cal. El primero es el que se encuentra en el
municipio de Los
Silos, en la urbanización de La Sibora, en la zona de El Puertito. Se trata
de un conjunto de dos hornos adosados (uno mayor que el otro) que, sobre una
base cuadrada, levantan un segundo cuerpo circular y escalonado. Una fecha grabada en una de las bocas de
descarga nos informa de que por lo menos el mayor de ellos data de 1931.
Junto a los hornos hay un aljibe de agua que era necesaria para el apagado de
la cal.
Los hornos de cal
dejaron de funcionar entre finales de la década de 1950 y los primeros años de
la siguiente debido a la creación de
fábricas de cemento en cada una de las dos islas capitalinas.En la actualidad,
pese a lo que hemos comentado de la restauración, quedan pendientes algunos
aspectos que indican cierta desidia por
parte de las autoridades. De los tres casos que hemos citado, en Playa de San Juan y en el Puerto de la
Cruz hemos detectado ciertas señales de abandono como son pintadas, basuras,
roturas de los elementos de iluminación, etc. Sería importante que
nuestras autoridades no solo restauraran, acción loable por otra parte, sino
que una vez realizadas las obras
adjudicaran presupuestos para conservación y mantenimiento.
UNA DUDA SIN RESOLVER ¿HUBO HORNOS DE CAL EN LA LAGUNA?
En esta fotografía de La Laguna, en la que vemos desde la Plaza de la Junta Suprema hasta comienzos del Camino Largo, aparecen cerca de la que hoy es la esquina entre Cabrera Pinto, Lucas Vega y Camino Largo unas estructuras cónicas que parecen caleras ¿Alguien puede aclarar este asunto?
UNA DUDA SIN RESOLVER ¿HUBO HORNOS DE CAL EN LA LAGUNA?
En esta fotografía de La Laguna, en la que vemos desde la Plaza de la Junta Suprema hasta comienzos del Camino Largo, aparecen cerca de la que hoy es la esquina entre Cabrera Pinto, Lucas Vega y Camino Largo unas estructuras cónicas que parecen caleras ¿Alguien puede aclarar este asunto?
Magnifica y detallada exposición sobre los hornos de cal , sigue en esa linea amigo Rafa, que siempre aprendemos algo nuevo !!!
ResponderEliminarQuiero decir amigo Melchor !!!
ResponderEliminar....
Recuero de uno que había en el camino de la Hornera subiendo a la derecha casi en la parte baja del camino, tenia como 6 o 7 metros.
ResponderEliminarUn saludo Sr Padilla, estoy interesado en contactar con usted, a través del correo electrónico.
ResponderEliminarMi nombre es Jose Angel Hdez trabajo en El Alfar Canarias. Guamasa.
Muy interesante su blog sobre arqueología industrial. Estoy trabajando sobre el tema en la zona de la antigua Calle Fagundo o El Peral (Hoy Cabrera Pinto) y la zona de C/ de las Cruces (Hoy Quintin Benito). Todo el entorno de la Vera de La Laguna, entre la Ciudad y la Dehesa.
La Foto que usted pone de las estructuras en la Calle Fagundo, tengo otra mas amplia, que recoge el Castillo del Camino Largo. Que fue construido en 1912. Por lo cual estas estructuras que son Hornos estuvieron al menos hasta este año. Estos hornos, cabe la posibilidad que fueran tanto de Cal por su forma, y también de ladrillos y cerámica.Un saludo y espero contactar con usted.
Mi correo es elalfar@telefonica.net