por Carlos García
Diversas y muy numerosas son la cantidad de prácticas que, influenciadas del mágico encantamiento que se logra en la misteriosa noche de San Juan, se mantienen y cultivan en Canarias, aunque desgraciadamente cada vez menos practicadas.
Es en ésta
fecha cuando la superstición, la brujería y la hechicería hacen su mayor
aparición. Los viejos curanderos aconsejan la recogida de plantas medicinales
la madrugada de San Juan, antes de salir el sol, en la que las mismas tendrán
acrecentadas sus virtudes curativas o medicinales. Y es el tiempo en que las
brujas recogían las semillas del helecho macho para hacer sus diabólicas
prácticas, como bien se documenta en los sumarios de la Inquisición de 1530.
Y no solo son
efectivas las propiedades curativas sino también poseen efectos cosméticos o de
belleza la mágica influencia de la noche de San Juan. El agua de pétalos de
rosas expuesta al sereno durante la noche es la mejor fórmula para permanecer
bella y con el cutis sano, si al amanecer se lava con aquella la cara. Se acostumbra,
para el aprovechamiento de ésta influencia, dejar la ropa al sereno para que no
se estropee. O la de poner una palangana de agua al sereno para luego ver su imagen
reflejada en ella, o de lo contrario morirá ese mismo año (lo mismo ocurre al
“alongarse”):
Receta de curandero para ahuyentar a las brujas en la noche mágica de San Juan (tomado de “La brujería en Canarias”) |
En el agua del estanque
temprano te has de mirar
si el agua estuviera turbia
un año no vivirás
(La flor de la marañuela)
O la costumbre
de echar una clara de huevo en el agua que luego se expone al influjo nocturno,
y que, según la figura formada, pronosticará una señal: si es en forma de
barco, se casará con un marino, o si es en forma de ataúd, con un sepulturero.
San Juan bendito
por ser tu día
repárame aquí
la suerte mía
Es la misma
fórmula que la utilizada con el plomo, el cual es derretido y luego vertido en
agua para conocer la figura que resultará:
Plomo al fuego derretido
en el agua lo echarás
con la figura que forma
lo que has de ser te dirá
(La flor de la marañuela)
Es tiempo también,
el de San Juan, en el que antiguamente se realizaban “sangrías”, que comenzando
por San Antonio, se repetía a los once días, esto es, el día de San Juan, y que
llamaban de “emparejar”. Esto se hacía como medida curativa-preventiva a la
entrada del verano.
Es el día en
que cantan las zarzas con un chillido muy fino y agudo. Es día en que se
pronostican también hechos agrícolas: “Si
el día de San Juan amanece lluvioso, le caerá aljorra al trigo”; “Sereno
en San Juan, quita vino y da pan”.
O en el que son dañinos algunos productos:
O en el que son dañinos algunos productos:
El que quiere a su amante mal
déle coles por San Juan
Y cuando la
higuera de leche da fruto amargo, se sangra el día de San Juan haciéndoles
cruces y rezándole una oración.
Para pronosticar
el régimen de lluvias se escribe en unos papelitos los nombres de los meses y
se coloca un poco de sal en cada uno de ellos dejándolos el sereno. Según el
grado de humedad que cada uno de ellos tenga, significará el mes más lluviosos.
Y para
certificar la cantidad de chubascos que hay en la época de San Juan:
Enero frío y ventoso
sale del monte temblando
Ahí viene San Juan glorioso
sus lágrimas derramando
Seña Lugina: curandera y santiguadora |
Uno de los más
utilizados es el de los papeles en agua; consiste en colocar dentro de una
vasija con agua, varios papelitos bien doblados con los nombres de los
pretendientes. El papel que resulta abierto o desdoblado en la mañana de San
Juan, ofrecerá a la dama el nombre con el que próximamente se ha de casar. Al
colocarse éstos papeles en agua, se canta ésta canción:
San Juan, San Juan Santo
Santo sin haber nacido
de mi Dios buen consejero
por alférez escogido
por éstos papeles te pido
que me traigan a mis ojos
o a mis oídos
el nombre de mi esposo
o de mi marido,
si es de cerca que lo vea pasar
si es de lejos que lo oiga nombrar.
Estas estrofas
vienen a reseñar en sus últimos versos otra de las prácticas en cuanto a
presagiar futuros amores. Es costumbre entre las muchachas que el primer nombre
que oigan en la mañana de San Juan, así se llamará a su novio. O la de arrojar
un ramo de flores a la calle y vigilar quién es que lo recogía.
Alborada
mañanera
de la noche de San Juan
voz que canta tempranera
a tu amor
lo ha de nombrar
(La flor de la marañuela)
Muy extendida está la costumbre de las papas o de los duraznos, consistiendo en coger tres de ellas, pelar una totalmente, otra a medio pelar y otra sin pelar. Estas se tiran bajo la cama y, en el día de San Juan, se coge una de ellas sin mirar; según la que se acierte sacar, indicará la fortuna que tendrá el novio: “pelada” es que será pobre, “medio pelada” de mediana posición y “sin pelar” indicará riqueza.
Tres duraznos peladillos
bajo la cama has de echar
los teneres de tu novio
los duraznos te dirán
los duraznos te dirán
(La flor de la marañuela)
O la de colocar bajo la cama tantas hojas de higuera negra como pretendientes se tenga, atravesadas por un palito, y la que mas estirada amanezca, indicará quién la quiere mas.
Sirve también
un abanico para predecir o saber si será amado o no. Se recorren las varillas
diciendo: te quiero mucho, poco o nada. O la mujer que tenga buena mano para
cogerse las pulgas, se casará pronto.
O si se tropieza con un cacharro en la calle
en el día de San Juan, no se casará ese año. O si se planta un romero ese día y
no pega, no se casa.
En definitiva,
serían innumerables las fórmulas existentes para los encantamientos o presagios
amorosos, y pienso que con las enumeradas, sirven para dar una muestra de las
mismas.
Cura de la hernia pasando al niño enfermo por el mimbre |
Para los
dolores de las piernas es bueno realizar saltos en las hogueras. Y para que
nazca con fuerza el pelo, se recomienda arrancarse unos cuantos y colocarlos
con las puntas hacia arriba dentro de un canuto de una caña hueca que esté
plantada.
O para evitar
el mal de ojo, una de las enfermedades mas comunes entre la población, el
hombre debe beber un vaso de vino, con piedra de ara molida, junto con semilla
de mostaza, en una encrucijada el día de San Juan, al tiempo que se reza un
Credo.
Pero
evidentemente, la principal figura ritual, consiste en la realizada para la
curación de las hernias en los niños y que es conocida por el ritual del
mimbre. Es ésta una
práctica supersticiosa por la que se hace pasar por una mimbrera, en la mañana
de San Juan, al niño que padezca una hernia, operación que, según las
versiones, realiza un Juan y una María, para lo que se abre por el centro uno
de los gajos de mimbre y haciéndose pasar por la abertura al niño se dice:
Que me traes María
Un niño quebrado
San Juan y la Virgen
te lo vuelvan sano
Si el gajo
después de la operación logra soldar las partes separadas tras atarlas, el niño
curará; de lo contrario seguirá con su hernia hasta que se repita la operación
otra mañana de San Juan.
Es ésta una
costumbre extendida no solo por el archi piélago
sino también por la península, variando sola la planta escogida (roble,
encina).
También existe
la versión recogida por Luis Álvarez Cruz en 1934, en donde aparece un tercer
personaje: una Isabel. Y una mas complicada, recogida por Alfred Diston entre
1855-1858, en donde los personajes son cuatro: Juan, Isabel, Ana y Juana,
siendo la técnica de igual manera, la de pasar a los niños por la abertura y la
de ligar posteriormente el junco partido. Diston atribuye éste ritual a los
habitantes antiguos de Canarias, pero el dato no es fiable. No obstante,
repito, es versión extendida no solo en la península sino incluso en Alemania,
Escocia o en América, donde la han llevado los emigrantes europeos, a decir de
Pérez Vidal.
Y casi con
seguridad, la interpretación del mismo venga de la idea de la generación
material, ligada al poder regenerador de la Naturaleza, según la interpretación
de Garrisón, como también afirma el mismo Pérez Vidal.
Ritual del drago para la cura del niño herniado (tomado de “Prácticas y creencias de una santiguadora canaria”) |
Este último
entronca mas con el ritual del drago, que aunque no es preceptivo realizarlo el
día de San Juan, sirve para curar la hernia en los niños. Consiste éste en
colocar la planta del pié apoyada en el tronco del drago y grabar con un cuchillo
su contorno; si éste cierra bien, el niño sanará. Esto lo podemos comprobar,
por ejemplo, en el cruce de cuatro caminos que hay subiendo hacia la ermita de
San Diego en La Laguna, donde existe un drago al que se le advierten señales
inequívocas de éste ritual.
Los piques.- Existe en la Gomera, en el pueblo de Agulo, una curiosa fiesta que se celebra en el día de San Juan, y que es conocida como la fiesta de los piques.
Es tradición
en ella el entrecruzar los vecinos coplas que alaban u ofenden a los que
habitan en los barrios de La Montañeta y de Las Casas, con el fondo del ritmo
del Baile del Tambor, y se caracterizan por la improvisación que los cantares
realizan en sus coplas.
Montañeta, montañeta
con Las Casas no te metas.
Y la
respuesta no se hace esperar:
La Montañeta es valiente
aunque tenga menos gente
Es día en que
las familias se separan según sean de un barrio u otro hasta que pase la fiesta. Es un caso que
nos recuerda mucho a la fiesta de los Corazones de Tejina, donde cada barrio
pugna por engalanar mejor el corazón al que pertenece, dándose los piques con
frecuencia.
Así comienza
el párrafo que recoge las Ordenanzas de Tenerife, y en donde, como se ve, fue
instituida ésta fiesta a consecuencia de una epidemia de peste bubónica que
azotó la ciudad lagunera y que dio lugar a la edificación del templo, que está
bajo la advocación de San Juan Bautista, y a tenerlo como patrono de la
pestilencia y celebrar su fiesta. La imagen del santo fue traída de fuera de la
isla, quizá desde 1584.
La fiesta
comenzó a celebrarse con regularidad desde 1593, aunque con periodos de
decadencia diversa. En 1756 la imagen hacía años que no salía en procesión
debido a la carencia de ropa con que vestirlo, y mas tarde existieron pleitos
con la Audiencia por la denegación de autorizar gastos diversos en el santo y
en templo. Esto llevó a cerrar el mismo y mas tarde cederlo a la autoridad
militar en 1862, el cual lo utilizó de hospital.
La decadencia
fue manifiesta hasta su restauración en 1955 y no olvidemos que bajo la
iglesia, bajo sus cimientos, se encuentran enterrados los fallecidos de aquella
enfermedad pestilencial, que se cifraron en unas 9.000 personas.
Ya para
finalizar, recordar que la fiesta de San Juan es una
de la que posee más posibilidades en cuanto a aspectos tradicionales y
costumbristas se refiere, siendo de gran importancia para la etnología. Es una pena
que estos usos vayan en pleno retroceso y hay que luchar denodadamente para que
los mismos se mantengan, pues por desgracia, muchas de nuestras fiestas están
desapareciendo y nuestras generaciones modernas no tendrán la oportunidad de
conocerlas, ni tampoco de saber que, si en una mañana de San Juan descubren un
encantamiento, tan frecuentes como los que he relatado, deben inmediatamente
realizar una cruz en el aire con la mano derecha, sin pestañear ni separar los
ojos, con lo cual el mismo quedará desencantado. Y es que si no
conocemos los simbolismos que encierran las tradiciones populares canarias,
puede existir el riesgo de que las influencias mágicas nos afecten.