martes, 23 de junio de 2015

La fiesta mágica del día de San Juan (y II)

por Carlos García


Diversas y muy numerosas son la cantidad de prácticas que, influenciadas del mágico encantamiento que se logra en la misteriosa noche de San Juan, se mantienen y cultivan en Canarias, aunque desgraciadamente cada vez menos practicadas.

Es en ésta fecha cuando la superstición, la brujería y la hechicería hacen su mayor aparición. Los viejos curanderos aconsejan la recogida de plantas medicinales la madrugada de San Juan, antes de salir el sol, en la que las mismas tendrán acrecentadas sus virtudes curativas o medicinales. Y es el tiempo en que las brujas recogían las semillas del helecho macho para hacer sus diabólicas prácticas, como bien se documenta en los sumarios de la Inquisición de 1530. 


 Receta de curandero para ahuyentar a las brujas
en la noche mágica de San Juan
 (tomado de “La brujería en Canarias”)
Y no solo son efectivas las propiedades curativas sino también poseen efectos cosméticos o de belleza la mágica influencia de la noche de San Juan. El agua de pétalos de rosas expuesta al sereno durante la noche es la mejor fórmula para permanecer bella y con el cutis sano, si al amanecer se lava con aquella la cara. Se acostumbra, para el aprovechamiento de ésta influencia, dejar la ropa al sereno para que no se estropee. O la de poner una palangana de agua al sereno para luego ver su imagen reflejada en ella, o de lo contrario morirá ese mismo año (lo mismo ocurre al “alongarse”):

En el agua del estanque
temprano te has de mirar
si el agua estuviera turbia
un año no vivirás      
(La flor de la marañuela)

O la costumbre de echar una clara de huevo en el agua que luego se expone al influjo nocturno, y que, según la figura formada, pronosticará una señal: si es en forma de barco, se casará con un marino, o si es en forma de ataúd, con un sepulturero.

San Juan bendito
por ser tu día
repárame aquí
la suerte mía

Es la misma fórmula que la utilizada con el plomo, el cual es derretido y luego vertido en agua para conocer la figura que resultará:

Plomo al fuego derretido
en el agua lo echarás
con la figura que forma
lo que has de ser te dirá    
 (La flor de la marañuela)

Es tiempo también, el de San Juan, en el que antiguamente se realizaban “sangrías”, que comenzando por San Antonio, se repetía a los once días, esto es, el día de San Juan, y que llamaban de “emparejar”. Esto se hacía como medida curativa-preventiva a la entrada del verano.
Es el día en que cantan las zarzas con un chillido muy fino y agudo. Es día en que se pronostican también hechos agrícolas: “Si el día de San Juan amanece lluvioso, le caerá aljorra al trigo”;  “Sereno en San Juan, quita vino y da pan”.

O en el que son dañinos algunos productos:

El que quiere a su amante mal
déle coles por San Juan

Y cuando la higuera de leche da fruto amargo, se sangra el día de San Juan haciéndoles cruces y rezándole una oración.

Para pronosticar el régimen de lluvias se escribe en unos papelitos los nombres de los meses y se coloca un poco de sal en cada uno de ellos dejándolos el sereno. Según el grado de humedad que cada uno de ellos tenga, significará el mes más lluviosos.

Y para certificar la cantidad de chubascos que hay en la época de San Juan:

Enero frío y ventoso
sale del monte temblando
Ahí viene San Juan glorioso
sus lágrimas derramando

Seña Lugina: curandera y santiguadora
Presagios amorosos.- Existen entre los jóvenes una serie de entretenimientos o prácticas que vienen utilizándose como agüeros de amor, puesto que la devoción religiosa a éste santo, junto con la de San Antonio, los convierte a ambos en patronos de los enamorados.
Uno de los más utilizados es el de los papeles en agua; consiste en colocar dentro de una vasija con agua, varios papelitos bien doblados con los nombres de los pretendientes. El papel que resulta abierto o desdoblado en la mañana de San Juan, ofrecerá a la dama el nombre con el que próximamente se ha de casar. Al colocarse éstos papeles en agua, se canta ésta canción:

San Juan, San Juan Santo
Santo sin haber nacido
de mi Dios buen consejero
por alférez escogido
por éstos papeles te pido
que me traigan a mis ojos
o a mis oídos
el nombre de mi esposo
o de mi marido,
si es de cerca que lo vea pasar
si es de lejos que lo oiga nombrar.

Estas estrofas vienen a reseñar en sus últimos versos otra de las prácticas en cuanto a presagiar futuros amores. Es costumbre entre las muchachas que el primer nombre que oigan en la mañana de San Juan, así se llamará a su novio. O la de arrojar un ramo de flores a la calle y vigilar quién es que lo recogía.

Alborada mañanera
de la noche de San Juan
voz que canta tempranera
a tu amor lo ha de nombrar  
(La flor de la marañuela)

Muy extendida está la costumbre de las papas o de los duraznos, consistiendo en coger tres de ellas, pelar una totalmente, otra a medio pelar y otra sin pelar. Estas se tiran bajo la cama y, en el día de San Juan, se coge una de ellas sin mirar;  según la que se acierte  sacar, indicará la fortuna que tendrá el novio: “pelada” es que será pobre, “medio pelada” de mediana posición y “sin pelar” indicará riqueza.

Tres duraznos peladillos
bajo la cama has de echar
los teneres de tu novio
los duraznos te dirán       
(La flor de la marañuela)

O la de colocar bajo la cama tantas hojas de higuera negra como pretendientes se tenga, atravesadas por un palito, y la que mas estirada amanezca, indicará quién la quiere mas.
Es San Juan el día en que es costumbre, también, enramar las puertas de los novios con ramos y arcos de frutas y flores, o la de llevar y obsequiar a la amada con pan, queso, frutas, etc. Pero a quién no se quiere, se le coloca un rosario de huesos en las puertas, o una ristra de pimientos o calabazas.
Sirve también un abanico para predecir o saber si será amado o no. Se recorren las varillas diciendo: te quiero mucho, poco o nada. O la mujer que tenga buena mano para cogerse las pulgas, se casará pronto.

 O si se tropieza con un cacharro en la calle en el día de San Juan, no se casará ese año. O si se planta un romero ese día y no pega, no se casa.
En definitiva, serían innumerables las fórmulas existentes para los encantamientos o presagios amorosos, y pienso que con las enumeradas, sirven para dar una muestra de las mismas.

Cura de la hernia pasando al niño enfermo por el mimbre
Rituales curativos.- Además de lo anteriormente indicado, en cuanto a las propiedades curativas que se achacan a las plantas medicinales recogidas en la noche o madrugada del día de San Juan, existen otras creencias supersticiosas en cuanto al aspecto curativo que vienen referenciados en una serie de rituales.
Para los dolores de las piernas es bueno realizar saltos en las hogueras. Y para que nazca con fuerza el pelo, se recomienda arrancarse unos cuantos y colocarlos con las puntas hacia arriba dentro de un canuto de una caña hueca que esté plantada.
O para evitar el mal de ojo, una de las enfermedades mas comunes entre la población, el hombre debe beber un vaso de vino, con piedra de ara molida, junto con semilla de mostaza, en una encrucijada el día de San Juan, al tiempo que se reza un Credo.

Pero evidentemente, la principal figura ritual, consiste en la realizada para la curación de las hernias en los niños y que es conocida por el ritual del mimbre. Es ésta una práctica supersticiosa por la que se hace pasar por una mimbrera, en la mañana de San Juan, al niño que padezca una hernia, operación que, según las versiones, realiza un Juan y una María, para lo que se abre por el centro uno de los gajos de mimbre y haciéndose pasar por la abertura al niño se dice:

Que me traes María
Un niño quebrado
San Juan y la Virgen
te lo vuelvan sano

Si el gajo después de la operación logra soldar las partes separadas tras atarlas, el niño curará; de lo contrario seguirá con su hernia hasta que se repita la operación otra mañana de San Juan.
Es ésta una costumbre extendida no solo por el archipiélago sino también por la península, variando sola la planta escogida (roble, encina).

También existe la versión recogida por Luis Álvarez Cruz en 1934, en donde aparece un tercer personaje: una Isabel. Y una mas complicada, recogida por Alfred Diston entre 1855-1858, en donde los personajes son cuatro: Juan, Isabel, Ana y Juana, siendo la técnica de igual manera, la de pasar a los niños por la abertura y la de ligar posteriormente el junco partido. Diston atribuye éste ritual a los habitantes antiguos de Canarias, pero el dato no es fiable. No obstante, repito, es versión extendida no solo en la península sino incluso en Alemania, Escocia o en América, donde la han llevado los emigrantes europeos, a decir de Pérez Vidal.

Y casi con seguridad, la interpretación del mismo venga de la idea de la generación material, ligada al poder regenerador de la Naturaleza, según la interpretación de Garrisón, como también afirma el mismo Pérez Vidal.

Ritual del drago para la cura del niño herniado
(tomado de “Prácticas y creencias de una santiguadora canaria”)
Existe otra fórmula diferente que al parecer sirve para el mismo tratamiento, ofrecida también en el mismo artículo de La Prensa de 1934 por Álvarez Cruz: “Se puede hacer con las hojas del drago. Se les arranca un trocito de piel y se lo vuelve a pegar como un parche, de igual manera.”

Este último entronca mas con el ritual del drago, que aunque no es preceptivo realizarlo el día de San Juan, sirve para curar la hernia en los niños. Consiste éste en colocar la planta del pié apoyada en el tronco del drago y grabar con un cuchillo su contorno; si éste cierra bien, el niño sanará. Esto lo podemos comprobar, por ejemplo, en el cruce de cuatro caminos que hay subiendo hacia la ermita de San Diego en La Laguna, donde existe un drago al que se le advierten señales inequívocas de éste ritual.

Los piques.- Existe en la Gomera, en el pueblo de Agulo, una curiosa fiesta que se celebra en el día de San Juan, y que es conocida como la fiesta de los piques.
Es tradición en ella el entrecruzar los vecinos coplas que alaban u ofenden a los que habitan en los barrios de La Montañeta y de Las Casas, con el fondo del ritmo del Baile del Tambor, y se caracterizan por la improvisación que los cantares realizan en sus coplas.

Montañeta, montañeta
con Las Casas no te metas.

Y la respuesta no se hace esperar:

La Montañeta es valiente
aunque tenga menos gente

Es día en que las familias se separan según sean de un barrio u otro hasta que pase la fiesta. Es un caso que nos recuerda mucho a la fiesta de los Corazones de Tejina, donde cada barrio pugna por engalanar mejor el corazón al que pertenece, dándose los piques con frecuencia.


Celebraciones primitivas en La Laguna.- “Esta fiesta del divino precursor se instituyó con voto en ésta ciudad de La Laguna por la Justicia y Regimiento, tomándole por patrono y abogado de la peste por ante Alonso Cabrera de Rojas, escribano mayor del Cabildo en 25 de junio de 1582”
Así comienza el párrafo que recoge las Ordenanzas de Tenerife, y en donde, como se ve, fue instituida ésta fiesta a consecuencia de una epidemia de peste bubónica que azotó la ciudad lagunera y que dio lugar a la edificación del templo, que está bajo la advocación de San Juan Bautista, y a tenerlo como patrono de la pestilencia y celebrar su fiesta. La imagen del santo fue traída de fuera de la isla, quizá desde 1584.

La fiesta comenzó a celebrarse con regularidad desde 1593, aunque con periodos de decadencia diversa. En 1756 la imagen hacía años que no salía en procesión debido a la carencia de ropa con que vestirlo, y mas tarde existieron pleitos con la Audiencia por la denegación de autorizar gastos diversos en el santo y en templo. Esto llevó a cerrar el mismo y mas tarde cederlo a la autoridad militar en 1862, el cual lo utilizó de hospital.

La decadencia fue manifiesta hasta su restauración en 1955 y no olvidemos que bajo la iglesia, bajo sus cimientos, se encuentran enterrados los fallecidos de aquella enfermedad pestilencial, que se cifraron en unas 9.000 personas.

Ya para finalizar, recordar que la fiesta de San Juan  es una de la que posee más posibilidades en cuanto a aspectos tradicionales y costumbristas se refiere, siendo de gran importancia para la etnología. Es una pena que estos usos vayan en pleno retroceso y hay que luchar denodadamente para que los mismos se mantengan, pues por desgracia, muchas de nuestras fiestas están desapareciendo y nuestras generaciones modernas no tendrán la oportunidad de conocerlas, ni tampoco de saber que, si en una mañana de San Juan descubren un encantamiento, tan frecuentes como los que he relatado, deben inmediatamente realizar una cruz en el aire con la mano derecha, sin pestañear ni separar los ojos, con lo cual el mismo quedará desencantado. Y es que si no conocemos los simbolismos que encierran las tradiciones populares canarias, puede existir el riesgo de que las influencias mágicas nos afecten.


            

domingo, 21 de junio de 2015

La fiesta mágica del día de San Juan (I)

por Carlos García 





Tras la finalización de las fiestas de mayo y entrada ya la plena estación veraniega, aparece en el calendario la festividad de San Juan Bautista, que tiene como principal característica la costumbre de encender hogueras. Se trata, sin duda, de una fiesta con ceremonia muy antigua de ritos de fecundidad y vegetación dotada de elementos cristianizados. Estas celebraciones ya se realizaban durante el solsticio de verano en los países musulmanes y están vinculadas al culto solar, siendo anteriores al advenimiento del cristianismo, quién, posteriormente la instaura con el fin de hacer desaparecer su conformación pagana. Es éste día cuando el sol se aparta mas en el signo de Cáncer, y éstos condicionantes son los que hacen también que se le conozca como Fiesta del Sol.
Su especial característica, la del culto al fuego mediante las hogueras, es también costumbre muy antigua, en la que, para la celebración de festejos, se realizaban grandes hogueras como en el caso de las fiestas romanas o griegas.

Y en cuanto a la tradición específica que nos ocupa, y que está perpetuada en la noche de San Juan, nos relata Pérez Vidal que Seignobos en su “Historia Universal” afirma: “A veces los druidas sacrificaban hombres en la fiesta del solsticio de verano en honor del Dios Solar, encerrándolos en jaulas de mimbre y prendiéndoles fuego...” 

Iglesia de San Juan en La Laguna (Tenerife)
Son éstas hogueras muy antiguas en Canarias y  se utilizan no solo en la festividad de San Juan sino en la de San Antonio y San Pedro. Por información de Jiménez Sánchez conocemos que,  en una cita existente en el archivo de la iglesia parroquial de San Juan Bautista de la ciudad de Telde, se lee:”...en 1544 la cofradía de la Hermandad de San Juan, acordaron pagar a los esclavos negros para llevar leña para las fogaleras de la noche de San Juan...” La Fiesta de San Juan es también celebrada en otros lugares, debiendo el auge experimentado  desde la Edad Media, a que la devoción proviene tanto del cristianismo como del mundo musulmán, por creer éstos que el santo había sido moro:

El día de San Juan

es día de alegría
hacen fiesta los cristianos
y los moros de morería.

Diversas son las leyendas y los romances que, llegados de tierras peninsulares, sitúan en el día de San Juan la fecha de su relato:

La mañana de San Juan   

a punto que alboreaba
grande fiesta hacen los moros
en la Vega de Granada...

También el romancero canario recoge la festividad de San Juan, como la escena recogida por Agustín Espinosa en “Los cautivos Melchor y Laurencia” o también en “El Conde Niño”:

Mañanita de San Juan

como costumbre que fuera
las damas y los galanes
bañarse a las Arenas...                                  

Mañanita, mañanita

mañanita de San Juan
fue a dar agua a su caballo
a la orilla de la mar....

El fuego de las hogueras.- El fuego siempre ha sido considerado como un elemento mágico, uno de los mas importantes para dominar “los poderes maléficos”, habiéndose usado, como dice Frazer en La Rama Dorada, contra la magia negra y las brujerías, así como contra las enfermedades o desgracias.
Fueron prohibidas las hogueras por el culto cristiano desde el Concilio de Constantinopla en el año 680, aunque tal prohibición no resultó efectiva pues la tradición se mantuvo hasta nuestros días.
Es elemento imprescindible para festejar la noche de San Juan el realizar hogueras en honor del santo, aunque el ritual va dirigido a preservar la armonía de los hogares, calles, barrios y ciudades, purificando lo contaminado, destruyendo lo viejo, a decir de Galván Tudela.
Estas hogueras se realizan por la población infantil rivalizando en tamaño con la de los barrios vecinos  y sobre las llamas de las mismas se realizan saltos y cabriolas que sirven como remedio de diferentes males o para presagiar una próxima boda...

Salten niñas casaderas
fuego del señor San Juan
la que no se salte el fuego
soltera se quedará                                                                                                                                   (La flor de la marañuela. Juan del Río Ayala).

Se acostumbre también la quema de cohetes acompañado de gritos y el sonar de los bucios y caracolas, pensando algunos que esta costumbre deriva de que San Juan fue también pastor y solía tocarlas. Y se cree pecado el escupir o insultar en la hoguera, y allí se reza un Padre Nuestro y un Ave María “a nuestro padre San Juan Bendito”. Se tiene por juego el saltar el fuego diciendo:

Salto por San Juan

salto por San Pedro
para que me abran
las puertas del cielo.

En ésta noche se suele coger una escoba a la que atan una cuerda del puño y, después de encenderla, la hacen girar describiendo un círculo luminoso en la oscuridad de la noche.

La bruja por esta noche 

no tendrá en que cabalgar 
que le quemaron la escoba
 que barría en el pajar.
(La flor de la marañuela)   
            
Hachitos de Las Canales (Icod)
No hay que olvidar que existen también en Canarias otras manifestaciones con el fuego como protagonista. Es éste el caso de los “Hachitos de San Juan” que se celebran en Icod de los Vinos, en donde con antorchas o hachos, hoy de petróleo y antes de tea, iluminan bajando las lomas desde la Vega hasta el Amparo, y en el que se baila, a ritmo de tajaraste, mezclas de la danza y el baile corrido. También en Garachico se celebra la noche con carozos encendidos que alumbran toda la montaña, o se tiran los “Fuegos del Risco” desde el Mazapé, en San Juan de la Rambla, haciendo rodar bolas de fuego montaña abajo.

Tiene San Juan un arraigo especial en el pueblo canario, tanto en su aspecto religioso como popular, viniendo expresado éste sentimiento por distintas manifestaciones que lo demuestran:

Viene mayo con sus flores

San Juan con sus clavellinas
Santiago con sus duraznos
Y  agosto con sus vendimias                 
Todos los Santos son buenos
y San Juan es el mejor
porque éste tuvo la dicha
de bautizar al Señor

Sirve la fecha para la diferenciación o el señalamiento de un tiempo específico. Así por ejemplo, sirve para dar comienzo a las temporadas de los baños de mar:

Hasta San Juan no te bañes

que te hace daño el agua.

Día de San Juan al mar
día de San Pedro al Monte
día de San Nicolás
por coles a Tacoronte.

Es costumbre, desde muy antiguo, que la gente iba al mar a darse un baño con el fin de poder llegar vivos hasta el año siguiente o para preservarse de enfermedades. Es difícil conocer de donde deriva originalmente ésta práctica, pero es de suponer que está ligada íntimamente con la superstición de la purificación de los baños rituales en diversas ceremonias y evidentemente interrelacionadas con la salud. El agua siempre es símbolo purificador y de vida. Y no solo era preceptivo de las personas sino también extensivo a los animales, costumbre por otra parte difundida a otros lugares geográficos de nuestro Estado, remontándose en nuestro entorno a la época aborigen guanche en que se acudía con los rebaños a la orilla del mar. Años atrás se realizaban auténticas romerías con instrumentos y parrandas a la orilla del mar en la madrugada de San Juan:

En la mañana de San Juan 

cuando la gente madruga
el que con vino se acuesta
con agua se desayuna
                       
Es también la fecha que señala el comienzo de algunas actividades agrícolas como se indica en las máximas: “Por San Juan tiene lugar las primeras descamisadas canarias” o “Por San Juan comienzan los asaderos de piñas”.
También la isla mágica de San Borondón está ligada a la fecha en cuestión. Es por San Juan cuando la fantasmal isla aparece como por encanto en el horizonte durante la alborada de la mañana de San Juan, mañana radiante en que al naciente del sol aparece la isla de San Borondón, bello y majestuoso fenómeno meteorológico que algunos han tenido la fortuna de contemplar e incluso fotografiar.                                
El baile del sol.- Es corriente la leyenda de que el sol en el día de San Juan baile en el horizonte a la hora de su salida;  es creencia generalizada entre los campesinos canarios y también extendida en otros lugares de la Península y Portugal. Es  la significación del culto a la fiesta solar en que la gente sube a los montes para ver amanecer y como baila el sol.

Yo vide bailar el sol
la mañana de San Juan
a ahora veo en el terrero
a dos hermanos bailar

Históricamente parece ser también creencia derivada de la época prehispánica, ya que en Corrían podemos leer que “éstos bárbaros creían que también bailaba su Dios...”.

NOTA: La fotografía de los Hachitos de Las Canales es de 
Francisco Javier Toledo Ravelo (Licencia Creative Commons)